lunes, 15 de junio de 2020

“DÍAS DE PODER Y GLORIA” — CLARK CARRADOS (Servicio Secreto, 1595. Bruguer


Nuevo caso de portada engañosa. Con ese título, agente arma en ristre y aviones ultramodernos atacantes yo me esperaba una de espionaje. Y como no había leído nada de Carrados en este ámbito (su “sci-fi” me divierte, su terror no tanto) pues tenía curiosidad. Pero nada, ni aviones ni poder y gloria, esto es una reescritura de “Cosecha Roja” simplificada y con algunos detalles graciosos que, la verdad, hacen pasar un buen rato.
 
La original Personville, de Hammett, aquí se llama Plainsville, y el héroe es un duro ex-agente y actual actor de cine y culebrones que responde al monolítico nombre de William Sharmax. Recién llegado de hacer una prueba para interpretar a Buffalo Bill, Sharmax llega a Plainsville -aun con la melena y la perilla que se dejó para el papel-, a requerimiento de la bella comisionada de la zona. Sí, segundo toque exótico del argumento. En Plainsville el poder lo ostentan las mujeres, con una alcaldesa, concejalas, inspectoras y otras agentes del orden. La propia comisionada insiste en que han contratado a Sharmax por ser el indicado, pero que si llega a encontrar una mujer con un currículo tan bueno como el suyo la hubiera contratado. ¡Problemática de paridad en un bolsilibro noir de 1981! Pero ojo, que no hay coñitas y “mansplaining” por parte de Sharmax, sino que se adapta a la situación con toda normalidad (aparte de, como es lógico, cortejar a un par de féminas del comité), mientras se dedica a hacerles putaditas a los dos clanes mafiosos que se disputan el control de la ciudad. Alemanes e irlandeses, para más señas. Hay enfrentamientos chulescos con los capos, un par de atentados con balacera al héroe para intentar quitarlo de en medio –uno de ellos mientras se toma un baño en un lago con la comisionada -No respetan nada-, y como climax, los mafiosos contratan a un asesino a sueldo letal que forma parte del pasado del prota porque, ojo, ¡también se dedica a la actuación en sus ratos libres! El duelo final en una cabaña, a lo western, bastante apañado. El destino final de Sharmax y de la bella comisionada ya os lo podéis imaginar.

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